Tecnología

Tu cerebro y chatgpt: la automatización del razonamiento humano | TECNOLOGÍA – El boletin Peruano

En 1974, el astronauta William R. Pogue regresó de la última misión tripulada a la Estación Espacial Skylab, después de pasar 84 días en el espacio. A pesar de haber sido entrenado como piloto militar, cuando aterrizar no pudo ponerse de pie por más de unos pocos minutos. La ausencia de gravedad en la estación espacial causó una pérdida drástica de su masa muscular y densidad ósea. Hoy sabemos que el cuerpo humano, sin resistencia, se adapta al desuso. Y algo muy similar puede suceder con nuestras habilidades mentales cuando dejamos de ejercerlas.

Un estudio reciente de MIT y Wellesley Collegenoble Su cerebro en chatgpt: acumulación de deuda cognitiva al usar un asistente de IA para la tarea de redacción de ensayosha sido interpretado erróneamente por algunos como prueba de que «Chatgpt Él nos está haciendo tontos «. En realidad, lo que sugiere es que el uso de modelos de lenguaje puede reducir la necesidad de ejercer funciones mentales importantes como la memoria, la atención sostenida y la elaboración de ideas propias.

Mira: el Papa Leo XIV advierte a los jóvenes de los peligros de la inteligencia artificial

El experimento comparó a los estudiantes que escribieron ensayos de tres maneras diferentes: usar solo su mente, buscar información en Internet o pedir ayuda a ChatGPT. Aquellos que usaron inteligencia artificial mostraron menos actividad cerebral en las bandas de Alfa y Beta, según sensores de electroencefalografía (EEG). Esta baja activación se asocia con menos esfuerzo mental, menos atención y menos uso de la memoria. También tuvieron más dificultades para recordar lo que habían escrito e informaron un menor sentimiento de autoría sobre sus textos. Incluso cuando se les pidió que escribieran sin ayuda de AI, muchos describieron la experiencia de cómo comenzar con la mente en blanco.

Debe aclararse que este estudio aún no ha pasado por el proceso formal de revisión por pares, por lo que sus resultados deben considerarse preliminares. Sin embargo, ofrece valiosas pistas. Aunque el número de participantes y la diversidad entre ellos era limitado (54 personas) y no se exploraron más formas de interacción colaborativa con IA, el trabajo lo invita a reflexionar sobre cómo estas herramientas están configurando nuestra forma de pensar.

Imagen creada con IA.

Modelos de idiomas como chatgpt No nos están haciendo menos inteligentesPero están cambiando la forma en que usamos nuestra inteligencia. Lo que solía leer, recordar, analizar y escribir, hoy puede delegar a un sistema automatizado. El problema no es la tecnología, sino cómo y cuándo decidimos usarla.

Esto no es nuevo. Sabemos que los seres humanos a menudo recurren a herramientas externas para aligerar nuestra carga mental. Hablamos de un estado de adaptación en situaciones que requieren atención, memoria y, por lo tanto, el consumo de energía. Este fenómeno se conoce como outsourcing cognitivoy ha sido ampliamente documentado por autores como Risko y Gilbert (2016).

Hemos visto cómo las calculadoras redujeron nuestra capacidad para realizar operaciones numéricas, cómo Google Maps debilitó la necesidad de recordar direcciones o cómo Wikipedia desplazó el esfuerzo para memorizar fechas importantes. Pero en todos estos casos, una vez que los cimientos fueron dominados, las herramientas mejoraron nuestras capacidades. AI, por otro lado, trata de automatizar algo más profundo: el razonamiento.

El uso continuo de estas tecnologías puede invitar al cerebro a esperar respuestas externas en lugar de construirlas internamente. Ya en la década de 1990, los investigadores Robert y Elizabeth Bjork Hablaron de la «Dificultades deseables» Como parte del proceso de aprender algo nuevo. Es decir, cuanto más nos esforzemos por recuperar o razonar la información, más fuerte será su consolidación en nuestra memoria a largo plazo. Si renunciamos a ese esfuerzo, el aprendizaje se debilita, como los músculos de un astronauta en el prolongado efecto de la desagradable.

Entonces, ¿deberíamos prohibir el uso de AI?

No. Pero debemos ser conscientes del momento y la forma en que se usan. En las etapas de aprendizaje iniciales, la IA debe funcionar como un tutorno como un Editor automático. No debemos entrenar al cerebro para esperar respuestas, sino para construir las nuestras, criticarlas y evaluarlas con la ayuda del modelo. Al aprender a programar, por ejemplo, eso implica que el estudiante primero escribe su código por su cuenta y luego deja que la IA sugiera mejoras o lo ayude a identificar errores.

Una vez que se domina un tema, por lo que AI puede ser un gran aliado. Puede acelerar los prototipos de software, mejorar los estilos de escritura, sugerir argumentos alternativos. En esta fase, la IA no reemplaza el pensamiento humano, lo amplifica.

Como siempre, el mensaje parece ser evidenteLa inteligencia artificial no es buena o mala por sí misma. Es una herramienta, y como cualquier herramienta, su impacto depende del uso que das. Bien usado, puede hacernos más eficientes, más creativos. No se trata de rechazar la tecnología, sino también diseñar su uso para desafiarnos y estimularnos, en lugar de adormecer.

Más directamente, Para aprovechar el verdadero potencial de los modelos de idiomas, debemos pasar de la automatización a la colaboración durante la etapa de aprendizajeÚselos para generar ideas, promover el interrogatorio y mantener el maravilloso esfuerzo mental que implica aprender algo nuevo. De lo contrario, corremos el riesgo de intercambiar el crecimiento intelectual debido a la comodidad mental.