La historia artística de Dina Páucar no sólo se mide en discos o conciertos multitudinarios. Se mide en kilómetros recorridos, en lágrimas compartidas con el público, en canciones que acompañaron celebraciones, despedidas y regresos. Este 2025, la cantante huanuqueña conmemora 35 años de carrera, caracterizados por una perseverancia que comenzó en los cerros de Lima, ciudad que le enseñó a luchar y formarse como artista.
Su llegada a la capital, a principios de los años 80, fue como la de miles de migrantes: con sueños, pero también con carencias y obstáculos, como la discriminación. Lima fue una escuela difícil pero decisiva. Aquí aprendió que el talento no basta sin disciplina, que la belleza puede abrir puertas, pero que es la autenticidad la que las mantiene abiertas.
Apodada «La Bella Diosa del Amor» por sus seguidores, Dina supo desde el principio que su verdadero atractivo no estaba en su rostro, sino en la emoción que transmitía cuando cantaba. “Aún siento lo que digo”, confiesa. Y esa dedicación, pura, fue su seña de identidad.
HUAYNO CON ARPA
Su incursión en el huayno con el arpa no fue casual. Fue una elección consciente por una música que conecta con las raíces, con las personas que la vieron crecer y con quienes la adoptaron como voz. A lo largo de tres décadas y media logró unir a peruanos de distintos orígenes a través de canciones que hablan de amor, lucha y nostalgia.
Su éxito no se limita al Perú: cada año realiza decenas de conciertos en el extranjero, donde canta para compatriotas que lo han dejado todo por un futuro mejor. «Volveré» es, en esos escenarios, un himno nacional que la conmueve hasta las lágrimas.
Otras canciones icónicas, como «Madre» y «El picaflor», le permitieron alcanzar un éxito que la elevó al estrellato y obtuvo fama internacional. Ha recibido numerosos reconocimientos a lo largo de su carrera, como el Premio Embajadora de la Salud del Ministerio de Salud, el Premio APDAYC por la canción “La joa musical” y el Premio al Esfuerzo de la Mujer, entre otras distinciones. Además, en 2008 fue nombrada embajadora de buena voluntad por UNICEF y en 2016 por el Ministerio de Cultura del Perú como embajadora cultural de Lima.
RAÍCES DE HUANUQUEÑA
La artista huanuqueña no canta por repetición. «Cada concierto es diferente», dice. Lo que más disfruta es la conexión con su público, esa energía que se convierte en alegría compartida. En tiempos donde la fama puede ser pasajera, ella mantiene la humildad como brújula. «La vanidad siempre acecha, pero mis raíces huánucos me mantienen firme», piensa.
Su familia fue el ancla que le recordó quién era y por qué cantaba. Sus canciones batieron récords de ventas y fue la primera en vender 120.000 álbumes en dos semanas. Además, realizó giras por Europa, especialmente por Italia y España, así como por Estados Unidos, Japón y varios países de Sudamérica.
La admiración que despierta ha generado gestos insólitos por parte de sus seguidores, desde regalos inesperados hasta muestras de cariño rozando lo excéntrico. Pero Dina no se deja cegar. «Sigo siendo la misma, la que sólo quiere cantar desde el corazón», dice con firmeza. Esa autenticidad fue clave para sostener una carrera que no sucumbiera al desgaste ni a la rutina.
LOS NIÑOS SIGUEN SUS PASOS EN EL ARTE
En el camino también vivió momentos difíciles. Una enfermedad que puso en peligro su vida le enseñó a apreciar cada actuación como si fuera la última. Desde entonces, cada canción ha sido una manera de decir gracias, de compartir amor con su familia y con quienes la escuchan.
Dina celebrará este año su aniversario con un concierto especial, lleno de recuerdos y esperanza. Será una oportunidad para mirar hacia adelante con gratitud y con ilusión, sobre todo si ves que tus hijos empiezan a seguir tus pasos en la música. Alejandro es su director musical, Killay la apoya y brinda coros junto con Diana Carolina, quien también baila.
«La fama no me ha cambiado», insiste. Y tal vez por eso, después de 35 años, sigue siendo una artista que canta con el alma, que emociona con los ojos cerrados y que ha hecho del folklore peruano una expresión viva, íntima y profundamente humana.
Tu fiesta será con maravillosos invitados.
La celebración del 35 aniversario artístico de Dina Páucar será el 16 de noviembre en “El Huaralino”, donde presentará un espectáculo inolvidable, fiel a su esencia y su amor por el arte.
Al anunciar lo mejor de su repertorio, expresó el gran aprecio que le tiene al público: “Para mí es importante que sepan que los amo y que estoy inmensamente agradecida por su infinito apoyo y amor incondicional”.
En este evento, Dina estará acompañada por un grupo élite de artistas que también brillan con luz propia: Corazón Serrano, Yarita Lizeth Yanarico, Flor Pileña, Sósimo Sacramento, Marcos Sacramento y la Banda Show Espectáculo Quivilla. Entradas en taquilla VAOPE.