Con Haven-1, un cilindro de cuatro metros de diámetro y diez metros de largo, la empresa estadounidense Vast entra en la carrera para construir el primer estación espacial privado del mundo.
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El lanzamiento del proyecto, con un interior revestido de madera y una gran cúpula de observación de la Tierra, está previsto para mayo de 2026. El espacio fue diseñado para ser «cómodo», explicó a la AFP Andrew Feustel, ex astronauta de la NASA y ahora asesor de Vast, en el marco de la Cumbre Web en Lisboa.
“Tendrá una vida útil de tres años, durante los cuales tenemos previsto enviar un equipo de cuatro personas en cuatro ocasiones”, añade Feustel, que pasó más de 200 días en el espacio a lo largo de su carrera.
Vast, fundada en 2021 por el multimillonario de las criptomonedas Jed McCaleb, pretende a largo plazo sustituir la Estación Espacial Internacional (ISS), que quedará fuera de servicio en 2030, por Haven-2, una versión más grande de Haven-1.
La empresa, con sede en California, compite en el sector con Axiom Space, Voyager Space (que trabaja con Airbus) y la empresa de Jeff Bezos, Blue Origin, que colabora con Sierra Space.
Todos buscan obtener financiación de la NASA, con cantidades que podrían oscilar entre 1.000 y 1.500 millones de dólares, para el desarrollo de estaciones espaciales comerciales y cuyos juegos serán asignados en abril de 2026.
“Voluntad política”
«Hay voluntad política. Las agencias espaciales ya no quieren tener que gestionar la infraestructura» de la ISSafirma Ugo Bonnet, director general del Spaceflight Institute, que ofrece formación a futuros astronautas de vuelos tripulados privados.
La NASA quiere centrarse en sus proyectos de misiones tripuladas a la Luna y exploración de Marte, sector en el que compite con China.
Todo esto representa una gran oportunidad para las empresas privadas.
Hay muchos actores que llegan con “horarios muy agresivos”, reconoce Roberto Angelini, director científico y de exploración de Thales Alenia Space.
La joint venture entre Thales y la italiana Leonardo está construyendo los tres módulos presurizados de la futura estación Axiom Space, que podría estar operativa en 2028, y firmó un acuerdo de colaboración para potencialmente participar en la fabricación de la estación Orbital Reef de Blue Origin.
Modelo económico
La NASA gasta entre 3.000 y 4.000 millones de dólares al año para mantener la ISS en órbitados tercios de los cuales se destinan a la reposición.
La aparición de los lanzadores reutilizables de SpaceX revolucionó el sector, porque reduce el coste del transporte y allana el camino para estos proyectos de estaciones espaciales privadas.
Vastos planes para enviar Haven-1 a órbita con el cohete Falcon 9 de la compañía de Elon Musk. Los astronautas “privados” de Axiom Space viajarán a bordo de su cápsula Crew Dragon.
“Hace 15 o 20 años, enviar un kilogramo al espacio costaba 60.000 dólares”, detalla Bonnet. “Cuando el lanzador Starship de SpaceX esté operativo en 2030, el coste será inferior a 200 dólares por kilogramo.”, añade.
Aun así, gestionar una estación espacial comercial requerirá una suma colosal.
“No estoy segura de su rentabilidad a largo plazo”, afirma Béatrice Hainaut, investigadora de política espacial en el Instituto Francés de Investigaciones Estratégicas de la Escuela Militar.
Para obtener ingresos, las empresas dependen de la creciente demanda de los gobiernos y el sector privado
Vast prevé que el 85% de los ingresos de sus misiones tripuladas provendrán de agencias gubernamentales y el 15% de clientes privados.
La idea es convertirse en un “proveedor de servicios” no sólo para Estados Unidos, sino también para otros países que quieran “enviar a sus astronautas a la órbita terrestre baja para entrenar y realizar investigaciones”, explica Feustel.
La República Checa y una docena de países más ya han expresado interés en colaborar con Vast, añade.
A nivel de clientes privados, podrían ser institutos de investigación, hospitales y empresas que quieran realizar experimentos o fabricar productos en el espacio.
¿El precio del viaje? “Menos de 100 millones de dólares”, estima Feustel.