Magaly Medina no se guardó su opinión y realizó una crítica contundente hacia Alejandra Baigorria por sus comentarios inapropiados que se produjeron durante la boda de esta última con Palao. Esta situación no solo influyó negativamente en el ambiente de la celebración, sino que también generó un escándalo notable debido a un sonido que se filtró. Las palabras que Alejandra pronunció, junto con las de Mario Irivarren, acerca de Vania Bludau, la expareja de Mario, fueron consideradas despectivas y absolutamente fuera de lugar.
El gerente que supervisó la boda destacó que, a pesar de que la ceremonia fue elegante y se contó con una organización digna de resaltar, la forma en que Alejandra y Mario se expresaron sobre Vania no solo fue desafortunada, sino que también mostró una falta de respeto en un evento que debía ser celebratorio. En sus declaraciones, Medina expresó su decepción al ver que Alejandra, una persona que ha sido reconocida por su éxito y poder en el ámbito profesional, actuara sin el debido respeto por su amiga y ex, lo que denotó una cierta inmadurez y falta de consideración en un momento tan significativo.
Magaly concluyó su crítica al atribuir este tipo de comportamientos a las influencias negativas que a menudo se repiten dentro del ambiente Farandulero. Se refirió a la superficialidad de algunas realidades mediáticas y enfatizó que la actitud de Alejandra era tanto imperdonable como inusual, incluso con relación a sus propias experiencias en su matrimonio. Medina opinó que tales comportamientos no solo arruinan momentos felices, sino que también reflejan una falta de madurez que es lamentable en una figura pública como lo es Alejandra.
Este tipo de incidentes resaltan un punto importante sobre la responsabilidad que tienen los personajes del entretenimiento al ser modelos a seguir, pues sus acciones pueden tener repercusiones que van más allá de lo personal. La boda, que debería haber sido una celebración de amor y compromiso, se transformó en un espectáculo mediático donde los chismes y las controversias opacaron la esencia del evento. La crítica de Magaly Medina no solo busca señalar a Alejandra, sino también abrir un debate sobre cómo las palabras y acciones en situaciones importantes pueden tener un impacto duradero en las relaciones interpersonales y en la percepción pública.