Estos ensayos militares fueron supervisados por el líder del régimen, Kim Jong-un.
Corea del Norte ha realizado recientemente las primeras pruebas de fuego de los sistemas de armas de su nuevo destructor, el Choe hyon, en un evento que, según reportes, fue supervisado directamente por el líder del régimen, Kim Jong-un. Las características y el poder del Catón automático de 127 mm a bordo del barco han llamado la atención de los altos funcionarios militares, quienes observan con interés estas demostraciones de la capacidad bélica del país.
Las pruebas tuvieron lugar los días 28 y 29 de abril, tal como fue mencionado por la agencia de noticias oficial de Corea del Norte, KCNA. En su comunicado, se destacó que Kim Jong-un «valoró enormemente la preparación y el inicio de las pruebas», añadiendo que es fundamental perfeccionar los sistemas de armas a bordo del destructor para garantizar una operación integrada a corto plazo. Este tipo de ensayos demuestra no solo el avance tecnológico del país, sino también la voluntad de Kim Jong-un de demostrar el poderío militar de Corea del Norte en un contexto internacional volátil.
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Durante las pruebas del lunes, se llevaron a cabo lanzamientos de un misil de crucero supersónico, un misil de crucero estratégico, un misil antiavión y un cañón automático de 127 mm. Al día siguiente, la atención se centró en la prueba de un arma táctica guiada, así como en varios tipos de cañones automáticos y sistemas de interferencia electrónica y humo, según la misma fuente, KCNA. Estos ejercicios son parte de un patrón más amplio en el cual Corea del Norte busca modernizar sus capacidades armamentistas y reafirmar su posición como una potencia militar.
En sus declaraciones, Kim Jong-un elogió el sistema de energía de fuego naval del destructor y subrayó la importancia de establecer un sistema defensivo que sea tanto proactivo como ofensivo, basado en una significativa capacidad de ataque. Además, instó a sus oficiales a acelerar el desarrollo de armas nucleares para la Marina, argumentando que esto es esencial para salvaguardar la soberanía del estado y protegerse de las amenazas tanto actuales como futuras que enfrenta Corea del Norte en el contexto geopolítico contemporáneo.
