Beijing y los países latinoamericanos definieron una agenda de cooperación sin imposiciones externas o presiones geopolíticas para el período 2025-2027.
En un importante encuentro celebrado en Beijing, China y los países de América Latina y el Caribe han acordado una hoja de ruta conjunta que tiene como objetivo expandir la cooperación entre ambas regiones durante los próximos dos años. Este acuerdo se basa en el principio de no permitir interferencias externas y evitar presiones geopolíticas, lo que refuerza la autonomía de las naciones involucradas.
La Reunión Ministerial IV China-Celac fue un evento clave en este proceso, donde se aprobaron más de cien proyectos orientados a diversas áreas de desarrollo para el período 2025-2027. Este esfuerzo estará respaldado por una significativa línea de crédito de 60 mil millones de yuan, que fue anunciada por el presidente chino Xi Jinping, demostrando el compromiso de China con el desarrollo de la región latinoamericana.
Leer también
Minjusdh busca aliados tecnológicos para modernizar el sistema
La importancia de este encuentro se ve reflejada en la participación activa de los presidentes de Brasil, Chile y Colombia. Esta presencia no solo subraya el peso político del foro regional, sino que también señala un firme apoyo a la cooperación multilateral en torno a temas de soberanía y crecimiento económico.
Es notable que figuras como Lula, Boric y Petro enviaron un mensaje contundente en favor de fortalecer la colaboración entre las naciones de manera equitativa y respetuosa. Este respaldo abre la puerta para que la cooperación se realice sin condicionamientos que puedan desafiar la independencia de las políticas nacionales.
Xi afirmó su compromiso de apoyar a las naciones miembros de Celac para que puedan rechazar la interferencia externa y avanzar en el desarrollo de sus economías basándose en sus propias condiciones y objetivos nacionales. Esta declaración resuena como un aliciente para aquellos países que buscan un desarrollo autosostenido y enfocado en sus propias realidades.
Desde la perspectiva de Lula, se articuló la necesidad de que esta alianza fortalezca no solo la infraestructura, sino también la innovación. Este enfoque es indispensable para asegurar una buena respuesta ante las asimetrías regionales que existen actualmente y que han sido un obstáculo para el desarrollo equitativo.
Boric, por su parte, llamó a dar un salto cualitativo en las relaciones económicas, resaltando la importancia del respeto mutuo y la autodeterminación. Esto es fundamental para establecer acuerdos comerciales que beneficien a todas las partes involucradas.
Mientras tanto, Petro propuso la reanudación del diálogo entre civilizaciones como un camino viable hacia la paz. Sugirió que esta cooperación horizontal debe realizarse sin imposiciones ideológicas o económicas, promoviendo un entorno de confianza y colaboración.
El presidente uruguayo Orsi también se mostró positivo ante el encuentro, destacando cómo estos esfuerzos contribuyen al desarrollo sostenible, la paz y la seguridad global a través de una integración efectiva en la región. Los lazos que se están formando no solo son beneficiosos localmente, sino que también pueden tener un impacto positivo en el contexto global.
Durante años, China se ha consolidado como el principal socio comercial de varios países de América Latina. Esta relación ha crecido enormemente, impulsada por las Nuevas Rutas de Seda, lo que refleja el interés de China por aumentar su presencia en la región.
Finalmente, es digno de mención que el comercio bilateral alcanzó la cifra de $ 427 mil millones en el periodo de enero a septiembre de 2024, lo que representa un aumento del 7.7% en comparación con el año anterior, según las cifras más recientes proporcionadas por la ONU. Este crecimiento denota el éxito de los esfuerzos concertados para entrelazar las economías de ambas regiones.
