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“El estudio de CINCIA sobre el mercurio nos muestra que es importante no dejar que la minería crezca” | ENTREVISTA | TECNOLOGIA – El boletin Peruano

Comunidades del río Bajo Putumayo, en Loreto, Perú, presentan los niveles más altos de mercurio en la región, según el estudio . Los resultados son en promedio dos veces mayores a los reportados para seis comunidades en la cuenca del Nanay-Pintuyacu, donde para los expertos.

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En el Bajo Putumayo, ocho de cada 10 personas evaluadas presentan niveles de riesgo alto para la salud debido a las concentraciones de mercurio. El valor medio de este metal pesado en el cabello humano fue de 15 miligramos por kilogramo de peso. En total, el 97 % de la población supera el límite de referencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS), de 2.2 miligramos por kilogramo.

El análisis también incluyó peces y sedimentos. Los hallazgos muestran que el 32 % de los peces evaluados en mercados superaron el límite de mercurio recomendado por la OMS para consumo humano. Los peces carnívoros presentaron las concentraciones más elevadas. No obstante, solo el 2 % de las muestras de sedimentos excedieron el límite de referencia de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos. Además, las cochas concentraron más mercurio que los ríos.

Claudia Vega, experta en el estudio de mercurio en la Amazonía, explica la ruta de este metal pesado hasta llegar a los humanos. Foto: cortesía CINCIA / FZS

La investigación fue liderada por el Centro de Innovación Científica Amazónica (CINCIA) y la Sociedad Zoológica de Frankfurt. Mongabay Latam conversó con Claudia Vega, salvadoreña que estudia el mercurio desde hace 15 años en la Amazonía. Vega es la coordinadora del programa de mercurio de CINCIA. La especialista contó por qué y cómo se realizó el estudio, los hallazgos, los impactos en la salud humana y los siguientes pasos a tomar. Si bien Vega afirma que las concentraciones de mercurio en peces serían por causas naturales, advierte que el avance de la minería puede agravar la situación de las comunidades.

–¿Cuál es la situación de la minería ilegal en el bajo Putumayo y cómo es la zona de estudio?

–Hay dragas en el río y en los últimos dos años han ido aumentando. Tenemos que considerar que el precio del oro está en su cifra más alta y eso hace que la actividad se exacerbe. De ahí viene el porqué del estudio.

Trabajamos con comunidades ribereñas que dependen de los recursos del río. Loreto es el departamento de Perú con mayor consumo per cápita de pescado [900 gramos semanales]. Esa es la principal fuente de proteína.

Actividad minera ilegal en Putumayo, Loreto. Foto: cortesía Claus García / FZS Perú

En el caso del Bajo Putumayo, llegar a la comunidad más cercana toma un día. Una de las opciones es ir en avión, que no sale todos los días. Después de eso te mueves a las otras comunidades vía fluvial. A la comunidad más alejada nos tardamos más o menos tres días en llegar después de haber volado en avión. El acceso a esta zona es más complicado, por eso, que lleguen productos de afuera también es complicado. Eso hace que haya una dependencia total de los recursos naturales del río y del bosque.

–¿Cómo entra el mercurio a la cadena alimenticia?

–En los cuerpos de agua, el mercurio –ya sea natural, de minería o de otra actividad del hombre– se transforma en una forma más tóxica, que es el metilmercurio o mercurio orgánico. Esa transformación se da naturalmente por microorganismos que están en el fondo de los ríos. Cuando esa forma de mercurio entra a las cadenas alimenticias es absorbida vía digestiva. Es por eso que todas las poblaciones con alto consumo de pescado pueden ser vulnerables.

–¿La contaminación encontrada en la cuenca baja del Putumayo también respondería a la contaminación por minería ilegal en la cuenca alta del Putumayo, en Colombia y Ecuador?

Investigadoras recolectan peces en un mercado de Loreto, luego analizados para evaluar los niveles de mercurio en las especies consumidas por la población. Foto: cortesía Pablo E. Puertas / CINCIA

–El mercurio puede viajar grandes distancias, eso es un hecho y también es omnipresente, todos tenemos mercurio, el problema es cuánto. Hay ciertos niveles que probablemente no causen efectos negativos, pero todo en exceso es malo. Cuando una actividad usa y arroja mercurio en los ríos, las concentraciones van a aumentar. De acuerdo con el último , la principal actividad humana que lo libera es la minería artesanal, con más o menos el 37 % del total.

También se ha visto en otros estudios que, por ejemplo, cuando deforestas o quemas, el mercurio que podría estar almacenado en el suelo y en los árboles, digamos en una forma un poco más inerte, puede ser liberado.

En Loreto hay dragas, no hay mucha deforestación, entonces digamos que los factores de riesgo están comenzando. Una de las razones de hacer el estudio es porque queríamos detener la situación ahorita y no esperar a que todo esté perdido. Si la minería se sigue desarrollando en esas comunidades, las ponen en riesgo alto.

Las comunidades estudiadas fueron El Álamo, Remanso y Tres Esquinas. Foto: cortesía CINCIA

El impacto que la minería artesanal tendría en Loreto sería mucho mayor que en Madre de Dios, porque allá no comen mucho pescado, hay mayor accesibilidad y la gente puede comprar otras cosas, pero en Loreto no. El estudio de CINCIA sobre el mercurio nos muestra que es importante no dejar que la minería crezca.

–Analizaron peces de las cuencas hídricas y de los mercados. ¿Por qué era importante hacerlo y qué encontraron?

–Encontramos que los niveles de mercurio son más altos en los peces carnívoros, pero son niveles esperados. Los peces, naturalmente tienen mercurio con o sin minería. Pensamos que los niveles que tienen ahorita podrían ser en gran porcentaje debido a concentraciones naturales. Pero los análisis reflejan algo que las poblaciones deben tomar en cuenta: hay peces que son más seguros de consumir y otros que no hay que comer con tanta frecuencia. Los carnívoros, como el bagre lince (Platynematichthys notatus), la huapeta (Hydrolycus scomberoides), el bocón (Agenelosus inermis) o el paiche (Arapaima gigas) tienen los niveles más elevados [superan el límite recomendado por la OMS].

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Pescador, durante una jornada de pesca en el Río Putumayo, Perú. Foto: cortesía Daniel Rosengren / FZS Perú

–¿Cuándo las concentraciones encontradas en los pescados son peligrosas para el consumo humano?

– Como las comunidades ribereñas tienen un alto consumo y hay predilección por pescados carnívoros, vemos niveles altos de mercurio en las personas. Si la persona consume estos pescados dos veces por semana, los niveles que presentan los pescados están ok, pero si la persona come dos veces al día todos los días, esa exposición ya es de riesgo.

Al entregar los resultados les explicamos que no es necesario dejar de comer pescado. Algunos pescados que pueden consumir a diario son la lisa (Schizodon fasciatus), el sábalo cola roja (Brycon amazonicus) o la gamitana (Colossoma macropomum). Es decir, la mayoría de pescados que consumen frutas o plantas acuáticas.

–¿Qué datos arrojó el análisis de mercurio en el cabello de las personas?

–Las comunidades ribereñas del Bajo Putumayo tienen niveles bastantes elevados de mercurio. La mayoría de las personas estaba en riesgo alto y estos son niveles que representan un riesgo principalmente para mujeres embarazadas. Si la madre es expuesta a niveles altos, el feto también va a ser expuesto. El mercurio atraviesa la placenta, puede llegar al cerebro del niño y puede causar un impacto en su desarrollo. En el Bajo Putumayo, el 83 % de la población presenta niveles de riesgo alto para la salud.

En la cuenca del Bajo Putumayo se analizó mercurio en muestras de cabello de 166 personas. Foto: cortesía CINCIA

–El estudio señala que el 97% de la población estudiada supera ampliamente el valor de referencia de la OMS de mercurio. ¿Qué significa?

–Hasta 2.2 miligramos por kilogramo de peso es poco probable presentar efectos negativos en la salud. Después de eso, la probabilidad aumenta y mientras el valor sea más alto, la probabilidad aumenta más. La media del Bajo Putumayo estaba en 15 miligramos en cabello. Si lo comparamos con el valor de la OMS, de 2.2, eso quiere decir que hay más riesgos de impactos negativos en la salud.

–¿Cuáles son estos riesgos?

–En un feto puede generar problemas de desarrollo, aprendizaje, memoria, dificultades para hablar y si los niveles son muy altos pueden nacer con deformidades. Otro grupo vulnerable son los niños menores de 5 años, ya que está en pleno desarrollo su sistema nervioso central.

En adultos se ha visto que aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, esto es presión alta, ataque cardíaco. En general, el mercurio puede dar síntomas como pérdida de memoria o dolor de cabeza. Si la exposición es mayor, pueden ser síntomas más severos. Puede haber contracciones involuntarias, algo que se ve muchas veces en los mineros. También puede causar impotencia sexual en los hombres.

Vimos niveles elevados en gente de la tercera edad. De por sí este es un grupo comprometido porque el sistema inmune generalmente es más débil.

Los ríos de Loreto presentan una gran diversidad biológica y son fundamentales para la subsistencia de las comunidades locales. Foto: cortesía CINCIA

–¿Qué metodologías usaron para realizar los estudios?

–Pedimos permiso a las comunidades, les explicamos de qué se trataba, una vez que aceptaron participar, comenzamos el estudio con un cuestionario de salud autorreferida. Hay preguntas sobre alteraciones a la salud, como dolor de cabeza o insomnio, para detectar posibles efectos. Durante el cuestionario se tomó talla, peso, presión arterial y se hizo un test rápido de anemia. Después de eso recolectamos el cabello. También recolectamos peces de los lugares donde siempre pescan, en cochas y en ríos, para analizarlos.

Estamos todavía revisando los resultados del cuestionario. Al final del año queremos ver si hay una relación entre la presencia de mercurio y los síntomas presentados por las comunidades. Ya que los niveles que tienen son de riesgo, es necesario hacer un estudio de salud más profundo para ver si hay efectos que se estén manifestando. El mercurio genera una intoxicación silenciosa, muchas veces los síntomas no se reconocen hasta que ya son bastante fuertes.

–¿Por qué solo analizaron mercurio y no otros metales pesados?

–El equipo que tenemos solo analiza mercurio, pero es importante examinar la interacción con otros elementos, no solo metales pesados, sino elementos que son antagonistas al efecto de mercurio. Estamos buscando colaboraciones para conocer si las muestras de peces del estudio tienen sustancias que pueden ser benéficas, como selenio, calcio o hierro. Son elementos nutritivos necesarios para el desarrollo normal. En un que se publicó hace unos meses se veía que los peces con menos mercurio son los que tienen más nutrientes y los que tienen más mercurio tienen menos nutrientes. Si entendemos mejor eso podemos dar mejores recomendaciones a la comunidad.

Cierre de taller de entrega de resultados sobre nivel de mercurio a comunidades de Loreto. Foto: cortesía CINCIA

–¿Cómo recibieron los habitantes de la zona los resultados?

–Las personas de la zona primero preguntaban qué podían hacer, por eso trabajamos en la recomendación sobre el consumo de pescado. A pesar de que estaban bastante tristes, les explicamos que la exposición al mercurio no es permanente. Si se cambian hábitos, puede disminuir. Pero también nos dijeron que cuando vas a pescar y cae un predador, no dices “no lo voy a comer hoy”. El pescado no lo escogen. Nos decían que algunas veces es difícil seguir las recomendaciones y que el Gobierno debería tomar la iniciativa en la implementación de otras actividades productivas para que las comunidades tengan otras fuentes de alimento.

–¿Tras la publicación del estudio, hubo reacciones de las autoridades?

–El primer estudio, del Nanay, tiene más tiempo desde que salió y ese sí causó bastante reacción. Ha habido reuniones interinstitucionales para ver qué acciones tomar y sí hay un enfoque en evitar que la minería se siga expandiendo, no solo reducir, sino quitar la minería de las cuencas. Se tiene que pensar en estrategias de mucha coordinación en diferentes sectores.

–¿Cuáles serán los siguientes pasos del proyecto?

–Ahorita estamos viendo posibles estrategias. Entendemos que la primera línea de defensa son las comunidades, porque ellos son quienes enfrentan el problema. La actividad minera todavía no afecta tanto, pero está ahí. Queremos concientizar a las comunidades del riesgo de que la actividad crezca.

Evidencia de minería ilegal en el río Putumayo. Esta actividad amenaza los ecosistemas y la salud de las comunidades amazónicas. Foto: cortesía Claus García / FZS Perú

Tenemos un proyecto de dos años para capacitar a las comunidades en el Bajo Putumayo para que monitoreen ellos mismos la situación, colecten muestras y nos las manden para analizarlas. Si ellos tienen más conocimiento y conciencia, sabrán qué hacer cuando lleguen más mineros, que no les van a explicar que el dinero se va de la Amazonía, pero el mercurio se queda.

Antes no había datos, con este estudio buscamos que las autoridades también tomen acción y manejen mejor el riesgo que ya se ve ahorita. Es importante reforzar que tener información nos ayuda a tomar mejores decisiones para evitar riesgos.

REFERENCIA

Vega, C. M., Pisconte, J. N., Torres, M., Garcia, C.M., Salcedo, K.D. & Fernandez, L. E. (2024). Expansión de la Minería Aurífera en la Amazonía Peruana: El Riesgo del Mercurio en Loreto: Centro de Innovación Científica Amazónica (CINCIA) y Fundación para la Conservación y Desarrollo Sostenible (FCDS).

Imagen principal: Hilbert Ruiz Gómez, del pueblo indígena asheninka, pesca con la tarrafa. Foto: cortesía Diego Pérez

El artículo original fue publicado por en Mongabay Latam.

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