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El Papa Leo XIV llamó a los «grandes hombres del mundo» para detener la guerra

Durante la oración de Regina Coeli

En su primera oración del domingo de Regina Coeli, como líder espiritual de la Iglesia, el Papa Leo XIV hizo un llamado urgente y firme a la comunidad internacional para que tomara medidas decisivas y detuviera los conflictos armados que están devastando diversas regiones del planeta. Este llamado fue particularmente relevante dado el contexto actual de tensiones geopolíticas y humanitarias en el mundo.

Desde el Balcón Central Bucle, el Papa expresó su deseo de que se produjera lo que él denominó «El milagro de la paz». En medio de las inquietantes noticias que llegan desde Ucrania, el pontífice elevó sus oraciones para que las hostilidades cesen y se busque una solución pacífica a los enfrentamientos que han traído tanto sufrimiento.

«Me causa mucho dolor lo que está sucediendo en la tira de Gaza», comentó el Papa Leo XIV mientras abogaba y urgía a las autoridades a la rápida liberación de los rehenes que el grupo terrorista Hamas mantiene. El Papa, originario de Chicago y conocido antes como Robert Prevost, se nacionalizó peruano después de más de dos décadas sirviendo y realizando su labor pastoral en ese país. Esto no solo resalta su compromiso con su misión, sino también su sensibilidad hacia las realidades dolorosas que enfrentan muchas comunidades.

Además, el Papa también se refirió al reciente anuncio de alto al fuego entre India y Pakistán, celebrando esta noticia como una señal de esperanza en medio de un contexto donde la paz parece cada vez más lejana. «He recibido con satisfacción el anuncio del cese al fuego entre India y Pakistán», manifestó, reconociendo la importancia de cada pequeño paso hacia la paz en un mundo que enfrenta lo que él describió como una «Guerra mundial fragmentada».

El Papa Leo XIV también destacó la simbología de que su primera celebración de Regina Coeli coincidiera con el IV Domingo de Pascua, conocido como el Domingo del Buen Pastor. «Considero un regalo de Dios el hecho de que el primer domingo de mi servicio como obispo de Roma sea el del buen pastor», afirmó, mientras ofrecía una oración a la Virgen María. Este mensaje resonó fuertemente en la Plaza de San Pedro, tocando los corazones de los presentes.

Con motivo del Día Mundial de la Oración por las Vocaciones, el pontífice dedicó una parte significativa de su mensaje a los jóvenes: «Les digo a los jóvenes: no tengan miedo, acepten la invitación de la Iglesia y de Cristo Señor». En un claro y apasionado llamado, instó a las comunidades a crear espacios de «Bienvenida, escucha y estímulo», enfatizando la importancia de que los jóvenes puedan encontrarse con «Modelos creíbles de entrega generosa a Dios y sus hermanos». Este llamado resuena en la nueva generación de fieles, alentando a que se sumen al camino de la fe y el servicio.