Antes de que un tribunal comenzara a escuchar el caso en París, mucho se ha hablado sobre los diez acusados, quienes, en su mayoría, son personas de mayor edad. Estos individuos son responsables de un asalto que ocurrió hace nueve años al lujoso apartamento de la influyente figura mediática Kim Kardashian. Durante el ataque, el grupo de delincuentes logró obstaculizar su habitación con el fin de robar joyas por un valor que supera los 10 millones de dólares.
El 3 de octubre de 2016, en una mañana aparentemente tranquila, dos hombres lograron ingresar a la propiedad de Kardashian ubicada en el prestigioso y central vecindario de La Madeleine en París, donde la empresaria se encontraba durante su visita a la capital francesa. Al entrar, los sujetos la enfrentaron de una manera violenta, inmovilizándola con sus propias manos atadas por cables de plástico y cinta adhesiva, antes de proceder a robar sus joyas más valiosas.
Ayer, casi una década después de este impactante evento, el juicio finalmente comenzó. En el banquillo de los acusados se encontraban diez de los involucrados en el asalto, quienes han sido apodados «los ladrones de los abuelos», dado que la mayoría de ellos son ya personas de avanzada edad. Aunque varios de los implicados están presentes, uno no pudo comparecer debido a problemas de salud relacionados con el Alzheimer, y otro ha fallecido desde el momento del crimen.
En total, cinco de los acusados, todos hombres, enfrentan serios cargos que incluyen robos a mano armada y secuestro. Si son encontrados culpables, podrían enfrentarse a cadenas perpetuas. El sexto acusado, en cambio, enfrenta cargos por complicidad en un robo no autorizado y posesión de un arma. Estas acusaciones reflejan la gravedad del acto que cometieron, un crimen que no solo dejó a Kim Kardashian traumatizada, sino que también conmocionó al mundo debido a la notoriedad de la víctima.
Es importante señalar que Kim Kardashian, quien en el momento del asalto tenía 35 años y estaba casada con Kanye West (aunque se separaron en 2022), se encontraba en París para asistir a desfiles de moda de renombre mundial. La policía, tras una investigación exhaustiva, logró identificar a los atacantes tres meses después del asalto, gracias al hallazgo de su ADN en los neumáticos que utilizaron para amordazar a Kardashian. Este descubrimiento fue clave para el avance en la resolución del caso y para la posibilidad de llevar a los delincuentes ante la justicia.
