Un equipo de la Facultad de Medicina LKS de la Universidad de Hong Kong (HKUMed) ha desarrollado un innovador material elástico de fosfato de calcio, conocido como “nanocemento óseo”, que imita la estructura del hueso humano y promete transformar el tratamiento de las fracturas.
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Este avance ofrece una alternativa a los injertos óseos tradicionales, evitando la extracción de tejido del paciente o de los donantes, según informa este lunes la universidad y publica en la revista Nature Communications.
El profesor Kelvin Yeung, líder del proyecto, explicó que los grandes defectos óseos, como los causados por traumatismos graves, suponen un desafío médico.
Los injertos autólogos, que utilizan el propio hueso del paciente, pueden causar dolor o complicaciones en el sitio donante.
Por otro lado, los aloinjertos (tejido vivo o tratado que se trasplanta de un donante a un receptor de la misma especie pero con antecedentes genéticos diferentes) conllevan riesgos de rechazo o infección.
Los materiales de fosfato cálcico actuales, aunque biocompatibles, son rígidos, quebradizos y no se adaptan a los movimientos diarios, lo que puede provocar fallos en la reparación.
El “nanocemento óseo” de HKUMed utiliza tecnología de nanogrupos para combinar elasticidad, resistencia y dureza. Este material se moldea antes de endurecerse, adaptándose a fracturas de forma irregular.
Al absorber agua, forma microesferas elásticas que rellenan los defectos óseos.simplificando las cirugías y favoreciendo la regeneración ósea natural.
El profesor Wong Tak-man destacó que este material reduce el tiempo quirúrgico y podría aplicarse en neurocirugía y odontología, además de ortopedia, gracias a su estructura porosa que promueve la adhesión celular.
Paralelamente, el pasado septiembre de 2025, investigadores del hospital chino Sir Run Run Shaw de Zhejiang presentaron Hueso-02un adhesivo médico que une los huesos en 2-3 minutos.
Inspirado en la capacidad de las ostras para adherirse bajo el agua, este gel se reabsorbe en aproximadamente seis meses, eliminando la necesidad de retirar implantes metálicos, como placas o tornillos.
Pruebas con más de 150 pacientes demostraron que soporta hasta 180 kilos de fuerza, con una resistencia al corte de 0,5 MPa y una resistencia a la compresión de 10 MPa, sin toxicidad ni inflamación.
Ambos avances suponen un cambio significativo en la traumatología.
El nanocemento óseo de Hong Kong ofrece flexibilidad y resistencia para defectos complejosmientras que Bone-02 de China permite reparaciones rápidas y menos invasivas.
Estas innovaciones podrían reducir riesgos, como las infecciones, y acortar la recuperación de pacientes con fracturas graves.
Los expertos esperan que, después de los ensayos clínicos finales, estos materiales se integren en la práctica médica mundial, mejorando la calidad de vida de los pacientes al minimizar los procedimientos invasivos y acelerar la curación ósea.
Estos avances colocan a la región asiática a la vanguardia de la ortopedia moderna, ofreciendo soluciones prácticas y seguras a uno de los problemas más comunes en la medicina traumatológica.