Alejandro Narváez salió de Petroperú hace dos semanas sin resolver la crisis de la petrolera. Así, desde septiembre de este año, las pérdidas de la empresa estatal ascendieron a 355 millones de dólares (unos 1.200 millones de S/S).
La justificación de la empresa para este resultado son las restricciones operativas derivadas del cierre del puerto por oleaje anormal, que afectó los trabajos Refinería de Talara y no permitieron el normal suministro de crudo a la refinería y el normal suministro a las terminales y sus instalaciones de producción.
Además, señalaron que la tendencia de caída de los precios internacionales del petróleo crudo y derivados incidió negativamente, lo que afectó la realización de existencias.
También se caracterizó como evento desfavorable la colocación de crudo en los meses de enero y febrero, debido a restricciones operativas en el sistema de recepción de crudo de la Refinería de Talara, derivadas del evento ambiental en la terminal Podmorski y el cierre del puerto por oleaje anómalo.
RIESGO
Fitch Ratings advirtió que los persistentes problemas de gobernanza y rentabilidad de Petroperú requerían transferencias de efectivo y garantías del gobierno y planteaban un riesgo continuo en el futuro.
«Sin embargo, la deuda de Petroperú, que representa el 1,2% del producto interno bruto, representa un pasivo potencial relativamente pequeño para el Estado», afirmó.
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