Economía

¿Qué marca tiene Perú? – El boletin Peruano

De Jorge Lazo Arias, Gerente de Sostenibilidad y Asuntos Corporativos Pacífico Seguros

Hablamos con Patrias sobre Orgullo. Pero, si fuéramos una marca, ¿qué nos enorgullecemos? ¿Cuál es la marca de Perú hoy?

No hay nada peor para que la marca sea incoherente: prometa una cosa y entrega otra. Decimos que somos cálidos, pero no sabemos cómo mirar el otro muchas veces. Decimos que estamos ordenados, pero trabajamos como si el resto no existiera. Decimos que somos resistentes, pero normalizamos el caos como parte de nuestra identidad.

Brand Perú, no un logotipo, no un lugar turístico, sino una experiencia diaria, sufre ese dilema. Porque no es suficiente decir historias inspiradoras. Tienes que llenarlos y.

¿Qué experiencia ofrecemos?

El ciudadano cruza el camino con miedo a las 6:00 a.m. porque es peligroso cruzar el camino, pero porque la vida es como jugar en la ruleta. Poco después, un coleccionista de zigzague entre los automóviles, sin casco. El taxista se mueve hacia el rojo. Nadie es FORONTING. Y mientras tanto, la madre llama a su hija para recordarle que oculte su teléfono celular en combinación. Otra rutina. Otra medida de precaución.

Hasta ahora, se han registrado 2 127 accidentes de tráfico, con 266 personas ejecutadas y 2.813 heridas, según datos de PNP. Más del 70% de los ciudadanos creen que la inseguridad es el principal problema del país. Pero lo más serio es que ya no lo vemos como un problema: lo vemos como un paisaje. Las operaciones revelan que casi 2,000 conductores son un corto circulo en los primeros meses en Lima y Callao. También es parte de la experiencia del país.

Marca sin estrategia, el objetivo del país

Más de 7 millones de personas trabajan en informalidad a pesar del ingreso estable. Menos del 10% de los ciudadanos confían en los congresos. El 89% percibe la corrupción como un bronceado. Y 2025. Los femicidas todavía se acumulan como si fueran figuras, no tragedias.

Tenemos gobiernos que improvisan. Políticas públicas que se olvidan. Ciudad sin estrategias de la ciudad. Visiones de países sin ciudadanos. Una marca que no construye cultura termina dependiendo de los milagros. Y lo trágico es que están en Perú, muchos logros aún: milagros.

Buen producto, servicio al cliente repugnante

Tenemos Machu Picchu, galardonado con gastronomía, el arte textil de los antepasados, un café alto. Tenemos talento, historia y creatividad. Pero si Perú fuera una tienda en línea, el reembolso no sería para el producto … sino para el servicio después de la venta.

Porque las rastros están rotas. Los hospitales chocan. Las escuelas no enseñan. El transporte es una jungla en la que todos imponen su ley.

Y al igual que una buena marca, se encarga de la experiencia completa, el país debe encargarse de cada contacto con su ciudadanía. Hoy muchos de estos puntos crean frustración. Sin orgullo.

Crisis permanente

La persona se ve afectada y, en lugar de recibir ayuda, robó. La madre no niega la violencia por temor a ser juzgada. El joven fue asesinado con su bicicleta. Y la noticia dura un día. Brand Perú no solo está en la crisis institucional. Está en la crisis de la humanidad. Dado que la marca no está construida con campañas. Fue construido con un gesto diario. Y cuando esos gestos son indiferentes, la violencia o el cinismo, la marca ya no sirve. La reputación se erosiona desde adentro.

Tenemos atletas que ganan sin apoyo. Empresarios que crean sin un préstamo. Maestros que enseñan su vocación. Científicos que investigan recursos mínimos. Tenemos héroes. Lo que no tenemos es el equipo. No hay cultura organizacional. No hay liderazgo colectivo. La marca sólida no está integrada en excepciones. Fue construido de acuerdo. Y en Perú, la resistencia individual se ha convertido en una mancha de un sistema que no tiene a nadie.

¿Qué pasaría si no fuera solo una crisis social, económica o institucional? ¿Qué pasaría si fuera una marca de crisis? Una nación que no es reconocida. No confía. No se siente parte de algo más viejo. Porque la marca, como la patria, necesita más que la historia. Necesitas una visión compartida. Se necesita un propósito. Y, sobre todo, ella necesita una relación.

Los partidos Patrias no deben ser solo los desfiles de símbolos. Eso debería ser un espejo. Un momento para preguntarse si la patria que celebramos es tanto como habitamos. Porque la tierra no es su escudo. Tampoco su himno. No su bandera. La Tierra es la forma en que miramos el semáforo en rojo. Y hoy ese aspecto está roto.

Pero tal vez, si comenzamos a renovar con respeto, empatía y responsabilidad personal … puedo brillar nuevamente. Tal vez lo que más necesitamos no es una nueva marca, sino un nuevo propósito.