Nacionales

Real Plaza de Trujillo | Los pernos se cambiaron, según testimonios clave: ¿Qué ha respondido el centro comercial al respecto? | PERÚ

Casi tres meses después del colapso y del posterior desplome del techo del patio de comidas en el Real Plaza de Trujillo, seguimos reflexionando sobre esta tragedia que ha impactado drásticamente a la comunidad. Este trágico incidente, ocurrido el viernes 21 de febrero, dejó un saldo lamentable de más de seis víctimas fatales y cerca de 80 personas con diversas heridas. En días recientes, el programa digital ‘La Contador’ presentó nuevos elementos de información que podrían arrojar luz sobre las operaciones que precedieron esta controversia, poniendo de relieve la seguridad de un establecimiento que recibe a unos 2 millones de visitantes diariamente en Perú.

El periodista Paolo Benza ha subrayado la obtención de dos Testimonios Cruciales que apuntan a fallas severas en la construcción del mencionado centro comercial. De acuerdo con estas declaraciones entregadas tanto a la Oficina del Fiscal como a la Policía Nacional, se detectó un uso incorrecto de Pernos, es decir, se implementó un tipo distinto al originalmente estipulado, lo que habría comprometido la integridad de la estructura.

Los Testimonios de Julio Rivera Feijoo y Fernando Bazo Safra, profesionales que lideraron el diseño y la construcción, respectivamente, enfatizan claramente las responsabilidades técnicas y administrativas en el proceso de edificación del centro comercial. Ambos ingenieros han destacado la crítica situación que vivieron en sus respectivos roles, lo que pone en tela de juicio la supervisión del proyecto.

Testimonios

En el marco de la investigación, el 4 de abril, la oficina del fiscal se dirigió a Rivera Feijoo, encargado del diseño estructural del proyecto. Le preguntaron si el patio de comidas Plaza Real había sido construido conforme a sus planos. Si bien inicialmente no notó ningún cambio en los documentos de diseño, sí reveló que, tras enviar un equipo para evaluar el área afectada por el colapso, observó que se hicieron algunas modificaciones. «Después de los incidentes, solicité a la empresa CC Plaza Real -Trujillo que me entregara los planos utilizados; al revisar, aparentemente no había cambios. Sin embargo, tras algunas observaciones en el lugar, concluiste que efectivamente hubo alteraciones», relató Rivera Feijoo.

En total, identificó cuatro cambios, tres de los cuales se relacionaban con el Perno de anclaje. Reveló que un modelo específico de Perno de anclaje, conocido como A325, es doblemente resistente al acero convencional y debe tener marcaciones claras. No obstante, el equipo de Rivera Feijoo no encontró ninguna de las tuercas que portara esta clave de identificación.

La tragedia ocurrió el viernes 21 de febrero. Ese día más de seis personas murieron y unas 80 resultaron heridas. (Foto: Andina)

Rivera Feijoo añadió que además se notó que el diámetro del Perno de anclaje parecía inferior al especificado, y también observó un nivel de oxidación preocupante en los Pernos que habían estado en contacto con las tuercas, lo que disminuyó su resistencia potencial, debilitando así la estructura. Otra de las modificaciones denunciadas fue la ausencia de estribos en los refuerzos de las columnas, lo que incrementa aún más los riesgos asociados.

En contraposición, Fernando Bazo, dueño de BGS Engineers, la empresa encargada de la construcción del centro comercial, declaró que el trabajo estructural fue subcontratado a la firma Famome. Ésta confirmó que una orden de compra fue emitida para acero A36, el cual fue utilizado en la fabricación de anclajes.

La contradicción entre Bazo y Rivera Feijoo es evidente, ya que el primero sostiene que no se especificaron Pernos A325 en los planes, mientras que el segundo asegura que eran necesarios. Además, Bazo argumentó que, debido a la falta de directrices claras, se optó por el acero A36, una decisión que fue aprobada por la supervisión de la obra, que recaía en la empresa Schmidt & Chavez Tafur Engineers.

Por su parte, Fernando Bazo enfatizó que cualquier decisión debía haber sido consensuada con el contratista, en este caso, Plaza Real, para obtener la debida autorización sobre los materiales a utilizar.

¿Cuál es el impacto?

El ingeniero Alberto Ramírez, del FCI UNI, destacó en una entrevista con Comercio que si se comprueba que se emplearon Pernos con dimensiones y características diferentes a las que establecían los planes de diseño, esto podría haber sido un factor que propició el colapso del techo del Real Plaza Trujillo.

«El uso de Pernos de inferior calidad y especificaciones puede resultar determinante y ser una de las causas que llevaron a la caída del techo circular«, sostuvo Ramírez.

Según estas declaraciones dadas a la oficina del fiscal, hubo un uso incorrecto de pernos, es decir, se usó un tipo diferente de ese original.

Asimismo, enfatizó que cualquier material que no cumpla con las especificaciones establecidas por el diseñador de un proyecto tiene el potencial de derivar en un desastre. «Particularmente en proyectos donde el diseño del techo se basa en placas metálicas fijadas a columnas mediante anclajes» asterizó el ingeniero.

Por su parte, los especialistas consultados por ‘La Contador’ han subrayado la importancia de que en caso de insuficiencia o ambigüedad en los planes de trabajo, es esencial consultar al diseñador del proyecto, es decir a Rivera Feijoo. No se puede asumir que un tipo de acero es reemplazable por otro sin las debidas autorizaciones, ya que esto puede repercutir en todo el proceso constructivo.

Respuesta de Real Plaza

Comercio se puso en contacto con Real Plaza de Trujillo buscando una reacción ante las declaraciones de expertos recabadas por ‘La Contador’. En este sentido, afirmaron que la planificación, construcción y supervisión del patio de comidas involucró la contratación de especialistas competentes, y que toda decisión técnica fue coordinada y validada en conjunto por ellos.

Plaza Real enfatizó que el equipo de diseño fue responsable de elaborar los planes arquitectónicos y de ingeniería, siguiendo estándares técnicos, normativos y operativos.

Además, indicaron que la empresa de construcción tenía el deber de llevar a cabo el trabajo según los planes aprobados, garantizando calidad y seguridad, mientras que el equipo de supervisión debía asegurarse que cada fase se ejecutara conforme a las directrices establecidas.

«Es crucial señalar que contamos con especialistas competentes en todas las etapas del proceso, desde diseño hasta supervisión. Por lo tanto, cualquier decisión técnica debió ser coordinada y validada entre los distintos profesionales involucrados, con el objetivo de cumplir con todos los estándares de construcción requeridos«, concluyó.

Por otro lado, Plaza Real informó que hasta la fecha se han completado 157 acuerdos de compensación, y que continuarán trabajando para asegurar que cada individuo y familia afectada reciba el soporte necesario, cubriendo el 100% de los gastos médicos conectados a esta tragedia.

«Solidarizamos profundamente con todas las personas perjudicadas por el incidente en nuestro centro comercial en Trujillo. En Plaza Real reiteramos nuestro compromiso de colaborar con las investigaciones que la Fiscalía lleva a cabo, tal como hemos hecho desde el inicio.” Finalizó.