El presidente de los Estados Unidos afirma tener la confianza de ambos países nucleares, mientras que la violencia fronteriza deja a docenas de muertos.
Donald Trump ha irrumpido en medio de la crisis entre India y Pakistán, ofreciéndose como mediador en el peligroso resurgimiento del antiguo conflicto en la región de Cachemira. Esta zona, que ha sido un punto caliente de tensiones y enfrentamientos armados durante décadas, vuelve a estar en el centro de la atención internacional debido a la reciente escalada de la violencia.
Durante una conferencia de prensa, Trump manifestó su confianza en poder facilitar un diálogo entre ambas naciones. «Conozco a los líderes y yo puedo ayudar a resolver esto», declaró el ex presidente de los Estados Unidos. Mientras tanto, los bombardeos indios en Punjab y Pakistani Cachemira están aumentando el riesgo de una posible escalada nuclear, haciendo que la comunidad internacional esté en estado de alerta.
Leer también
Con el fumar negros, todavía no hay papa después de la primera votación
El conflicto se desató de manera inesperada el 22 de abril, tras un ataque terrorista en Cachemira, India, que dejó un saldo de 26 muertos, lo cual, según informó Nueva Delhi, fue responsabilidad de Islamabad. Este incidente encendió una serie de represalias rápidas por parte de India, que llevó a cabo ataques aéreos dirigidos a lo que se creía eran bases terroristas en el área. Los enfrentamientos artilleros en la Línea de control resultaron en más de 45 muertes en un periodo de 24 horas, exacerbando aún más la ya tensa situación.
El primer ministro Pakistani Shehbaz Sharif ha prometido una respuesta contundente, manifestando su descontento ante los ataques indios y la incapacidad de la comunidad internacional para mediar de forma efectiva. En medio de esta creciente tensión, Washington ha confirmado que está en contacto diplomático urgente con ambos países, a fin de desescalar la situación y evitar una catástrofe mayor.
Trump, quien ha seguido de cerca las dinámicas complejas que enmarcan las relaciones entre India y Pakistán desde su tiempo como presidente, insistió en su capacidad para actuar como mediador entre las dos naciones. «Ambas naciones confían en mí», comentó, destacando su disposición para facilitar un diálogo que podría llevar a la paz en la región.
La preocupación de la comunidad internacional se intensifica a medida que la crisis se desarrolla en el disputado territorio de Cachemira, donde India y Pakistán han mantenido a sus tropas en un estado máximo de alerta desde el incidente inicial. Los analistas advierten que el nivel actual de escalada es el más grave desde el año 2019, cuando ambos países intercambiaron ataques aéreos que dejaron profundas cicatrices en el terreno geopolítico de la región.